Saturday, July 16, 2011

per te il mio cuore.

“Hola,  ¿Cómo estas? “ Esas fueron las palabras que rompieron el silencio de la noche y dieron vida a esto que ahora tenemos. Nos conocimos por accidente, por casualidad. Aunque, siempre lo he dicho. Las casualidades no existen. Todo tiene una razón de ser. Todo tiene un motivo.

Ese saludo fue lo que ocasiono que esta amistado naciera. Ninguno de los dos sabíamos a donde llegaría esto. Comenzamos intercambiando palabras, frases y oraciones. Hemos compartido nuestras alegrías y nuestras tristezas; nuestros triunfos y derrotas. Hemos confiado en la suerte.

“molto baci per te il mio cuore” esas palabras se han convertido en algo personal, en algo intimo.

Ignoro cuanto tiempo va a durar esto. Tal vez unos meses, tal vez unos años, tal vez una vida. Pero, lo que si es seguro, es que pienso disfrutar cada instante, cada momento. Fotografiarlo y guardarlo en el corazón para que ahí permanezca latente y vivo.

Gracias por permitirme conocerte.

Mi Pasado y yo

Llegaste sin decir palabra alguna y con el rostros cubierto por un velo negro. Ignoro por qué no permitías verte a  los ojos. Quizás era porque me conocías bien y sabias perfectamente que eso era algo que me daba terror. Además, tú sabes bien que no me llevo bien contigo. Muchas veces eh deseado que te vayas, que me dejes en paz, pero ahí sigues, haciéndote presente cuando yo menos me lo espero.

Tú sigues inmóvil, sin decir una sola palabra. Yo estoy hecho un caos, me vienen a la mente todos esos recuerdos, todas esas culpas, todos esos fantasmas que, a pesar del tiempo, siguen lastimándome e hiriéndome.
Quiero saber que quieres de mí. ¿Por qué esa insistencia  en hacerte presente? ¿Que acaso las heridas que recibí la primera vez no fueron suficientes? ¡Quiero que me dejes solo! No quiero saber de ti, no quiero verte, no quiero recordarte. ¿Qué no te das cuenta que tu presencia solo me causa dolor? Me siento débil y cansado.

 Y tú solo permaneces inmóvil, pero en esta ocasión tus labios se mueven para decir algo que mi mente no puedo comprender, algo que me cuesta trabajo hacer. Me pides que te perdone.

Escucho tus palabras y me llenan de dolor. Uno a uno los recuerdos me vienen a la mente y con ellos se hace una herida más. Quiero perdonarte, pero me cuesta trabajo hacerlo. Utilizo todas mis fuerzas para hacerlo. Para perdonarte. El dolor es intenso, casi insoportable, como si cientos de espadas atravesaran mi pecho. Quiero gritar, quiero llorar, quiero correr y escapar. Una extraña luz comienza a iluminarme, es una luz de esperanza.

Poco a poco comienzas a mostrarme tu rostro. Y es ahí donde me doy cuenta de quién eres. Yo soy tú, y tú eres yo. Al fin, después de tantos años de lucha sin sentido. Estoy en paz contigo. Estoy en paz con mi pasado.

Thursday, July 14, 2011

Mi Locura


Llegaste a mi casa, para cambiar mi vida. Yo tenía todo organizado y tú entraste a cambiarlo todo.Me sentí confundido por tu manera de ser, de tus ideas, tan diferentes a las mías. Tu sencillez me intrigaba, pues tú eres sencilla y compleja a la vez. No podía comprenderte y por más que me esforzaba, no podía llegar a ningún lado. Fue entonces, que me tomaste de la mano y me dijiste que viera las cosas desde tu punto de vista, para así poder comprenderte. Y así lo hice, todo comenzó a cambiar. Todo comenzó a ser diferente. 
Te soy sincero, al principio creía que todo era una tontería, pero con el paso de los días, de los meses, de los años te fuiste fusionando en mí ser, hasta que ahora tú y yo somos uno.

Aun recuerdo las voces de mi pasado, aquellas que con gritos insistentes me decían que todo era una locura. Y me ordenaban a mantener una postura seria. Ahora, recordando esas voces, me doy cuenta de la verdad que tú me trajiste con tu visita. Esas voces solo me ataban a esta realidad gris; esta realidad que me corta las alas que hoy tú me has traído de vuelta y yo veía con recelo e incredulidad. Tú me mostraste el sabor de la vida. Me mostraste que es en la locura de los riesgos, donde yo pude encontrar la plenitud de mi felicidad.

Recuerdo la tarde que salimos a caminar por el parque. Había muchos niños jugando. Me hiciste recordar mi propia infancia, donde yo era como ellos. Alegre y feliz. Y con tristeza veía mi realidad. ¿Qué me había sucedido? ¿Cuándo deje atrás esa alegría y esa felicidad? ¿Cuando fue que cambie eso por esta realidad que ahora vivo y que me prohíbe regresar a esa sencillez? Me sentía triste y decepcionado, pero tú solo sonreíste. Y con tu sonrisa sabia que todo estaba bien, que tú me ayudarías a reencontrar eso que yo tanto deseaba recuperar.

¿Cómo olvidar tus consejos? Donde tu insistencia me hizo volver a amar, y re-encontrarme con ese sentimiento que yo había guardado y escondido en lo más profundo de mi ser, para que nadie pudiera encontrarlo. Fuiste tú quien entro en mí ser y comenzó a buscar dentro de mi intimidad lo que yo tanto había guardado.
Lo tomaste, lo desempolvaste y con una sonrisa me lo pusiste en las manos diciéndome: "toma, úsalo".
Yo miraba con miedo ese corazón roto que muchas veces había sido lastimado. Pero, fue tu insistencia la que al final me convenció de tomarlo.
Me decías que solo retomando ese corazón que yo tenía empolvado tendría la llave para volver a levantar la cara al cielo y sonreír de nuevo.

Yo continúo caminando, pero ya no estoy solo. Sé que te tengo a ti. Mi locura.