Thursday, July 14, 2011

Mi Locura


Llegaste a mi casa, para cambiar mi vida. Yo tenía todo organizado y tú entraste a cambiarlo todo.Me sentí confundido por tu manera de ser, de tus ideas, tan diferentes a las mías. Tu sencillez me intrigaba, pues tú eres sencilla y compleja a la vez. No podía comprenderte y por más que me esforzaba, no podía llegar a ningún lado. Fue entonces, que me tomaste de la mano y me dijiste que viera las cosas desde tu punto de vista, para así poder comprenderte. Y así lo hice, todo comenzó a cambiar. Todo comenzó a ser diferente. 
Te soy sincero, al principio creía que todo era una tontería, pero con el paso de los días, de los meses, de los años te fuiste fusionando en mí ser, hasta que ahora tú y yo somos uno.

Aun recuerdo las voces de mi pasado, aquellas que con gritos insistentes me decían que todo era una locura. Y me ordenaban a mantener una postura seria. Ahora, recordando esas voces, me doy cuenta de la verdad que tú me trajiste con tu visita. Esas voces solo me ataban a esta realidad gris; esta realidad que me corta las alas que hoy tú me has traído de vuelta y yo veía con recelo e incredulidad. Tú me mostraste el sabor de la vida. Me mostraste que es en la locura de los riesgos, donde yo pude encontrar la plenitud de mi felicidad.

Recuerdo la tarde que salimos a caminar por el parque. Había muchos niños jugando. Me hiciste recordar mi propia infancia, donde yo era como ellos. Alegre y feliz. Y con tristeza veía mi realidad. ¿Qué me había sucedido? ¿Cuándo deje atrás esa alegría y esa felicidad? ¿Cuando fue que cambie eso por esta realidad que ahora vivo y que me prohíbe regresar a esa sencillez? Me sentía triste y decepcionado, pero tú solo sonreíste. Y con tu sonrisa sabia que todo estaba bien, que tú me ayudarías a reencontrar eso que yo tanto deseaba recuperar.

¿Cómo olvidar tus consejos? Donde tu insistencia me hizo volver a amar, y re-encontrarme con ese sentimiento que yo había guardado y escondido en lo más profundo de mi ser, para que nadie pudiera encontrarlo. Fuiste tú quien entro en mí ser y comenzó a buscar dentro de mi intimidad lo que yo tanto había guardado.
Lo tomaste, lo desempolvaste y con una sonrisa me lo pusiste en las manos diciéndome: "toma, úsalo".
Yo miraba con miedo ese corazón roto que muchas veces había sido lastimado. Pero, fue tu insistencia la que al final me convenció de tomarlo.
Me decías que solo retomando ese corazón que yo tenía empolvado tendría la llave para volver a levantar la cara al cielo y sonreír de nuevo.

Yo continúo caminando, pero ya no estoy solo. Sé que te tengo a ti. Mi locura.

No comments:

Post a Comment